El perro posee pelos sensoriales situados sobre los ojos, en la mandíbula inferior, en las mejillas y en los labios. Según las razas pueden estar presentes solamente en los labios y en las cejas. Al perro le son de gran utilidad para poder orientarse en la oscuridad, pero sin llegar a los extremos que se dan en el gato, que en este aspecto esta mucho mejor dotado.
El perro percibe a través de la piel sensaciones tales como el dolor, el frió y el calor que se transforman en señales que viajan por el sistema nervioso hasta llegar al cerebro. El que un perro identifique una sensación como agradable, desagradable o dolorosa es a lo que varia mucho de uno a otro.
interesante información sobre el tacto de los perros
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